martes, 2 de febrero de 2016

Limones



Su contenido de vitamina C contribuye a la correcta absorción del hierro en la sangre, por lo cual se puede utilizar en el tratamiento de la anemia.   El limón previene también el debilitamiento del sistema óseo y articulaciones. El ácido cítrico presente en él posee potentes propiedades sobre el aparato digestivo, por lo cual es utilizado para contrarrestar trastornos gastrointestinales como: náuseas, acidez, vómito,  estreñimiento, parásitos. Ayuda en el proceso cicatrización de heridas externas e internas. También trabaja en la piel, borrando o reduciendo pecas, manchas por la edad y demás trastornos dérmicos en el cutis.  Es uno de los remedios caseros más efectivos para evitar el sangrado, sólo se debe utilizar la cáscara del limón, enrollándola en el dedo índice  se procede a frotar las encías por varios días hasta notar la mejoría y reducción de sangrado al lavarse  los dientes.  Debido a sus numerosos  beneficios, el limón ocupa uno de los primeros lugares entre los frutos con potencial curativo, preventivo y de mayor aporte vitamínico, se ha comprobado que sus componentes podrían llegar a curar un número aproximado de 150 enfermedades presentes en todos los sistemas que componen el cuerpo. A la hora de tomarlo se aconseja diluirlo, o beberlo con pajita, con lo cual no se alteran en absoluto sus propiedades, se tolera mejor y no se daña el esmalte dental.  Los limones que contienen más zumo son los de piel fina y de color amarillo intenso. Es una tradición servir pescado con una rodaja de limón desde la Edad Media, cuando la gente creía que el jugo de limón podía disolver las espinas del pescado ingeridas accidentalmente. El limonero es originario de Asia y fue desconocido por griegos y romanos, siendo mencionado por primera vez en el libro sobre agricultura Nabathae hacia el siglo III o IV, y su cultivo no fue desarrollado en Occidente hasta después de la conquista árabe de España.

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